El círculo es una forma que en su simpleza lo abarca todo. Es un símbolo tan ancestral que se comparte en todas las culturas.
Reunirnos en círculo nos conecta con la sabiduría antigua de la rueda de la palabra, de la escucha profunda, de la mirada atenta, de la conexión interna. En el círculo no hay jerarquías, hay puntos de vista que se unen con una integradora línea que enlaza cada parte.
En círculo se danza, se juega, se canta, se crea, se teje, se aviva el brasero, se aplaude, se abraza. En círculo compartimos, reímos, lloramos, aportamos, nos escuchan y escuchamos, nos conocemos internamente, nos encontramos.
El círculo nos contiene, nos sostiene, nos permite mirarnos a los ojos y reconocernos, agradecernos, sincerarnos. Cada círculo es único, y sin embargo todos tienen la misma redonda forma abierta, concreta y sencilla que todo lo abarca.
Nuestra Naturaleza Humana es colaborativa. Como mamíferos aprendemos a crecer y desarrollarnos en compañía y esta cualidad nos acompaña el resto de nuestras vidas. Los grupos nos conectan con nuestro vínculo primario de atención y cuidado. Reunirnos en círculo es una invitación a co-laborar, a cuidarnos y aprender desde nuestra propia Naturaleza.
Un abrazo,
Marta
Marta Labrador Pavón
Psicóloga y Facilitadora Grupal. Creadora de Calma Esencial.