Las crisis personales tienen un impacto en nosotras de 360 grados. Afectan en todas las áreas de nuestra vida: la visión que tenemos de nosotras mismas, de nuestras relaciones, de nuestro entorno…
Al principio es habitual buscar «culpables» o explicaciones de lo que nos ha llevado a esa situación de crisis: lo que los otros nos han hecho, lo que hemos perdido, lo que nos han arrebatado… Y esto también nos llena de culpa: por lo que no hicimos, lo que no nos dimos cuenta, lo que habríamos tenido que prever… Frases del tipo «si lo hubiera sabido», «cómo no me di cuenta», «qué tonta he sido»…
Sin embargo, esta mirada nos lleva a poner la atención en aspectos más allá de nuestro alcance en el momento presente. Y nos aleja de lo que podemos hacer saludablemente para nosotras mismas con todo lo que nos ha sucedido.
Y es que aunque resulte una frase hecha, lo cierto es que si lo aprovechamos: la crisis es una verdadera oportunidad. Pero… ¿para qué? Para que recuperes tu potencial de transformación, superación y resiliencia. Para abrir un espacio hacia el autoconocimiento y hacia tu sabiduría interior.
¿Por qué? Porque aunque parezca increíble, acercándote al miedo, la incertidumbre y el dolor, te abrirás a grandes verdades internas que te acercarán a un sentido más amplio de la vida, a un disfrute más amplio de la vida y sobre todo a una mayor libertad interior.
Un abrazo,
Marta
Marta Labrador Pavón
Psicóloga y Facilitadora Grupal. Creadora de Calma Esencial.
