¿Tienes la sensación de no encajar? ¿En un grupo, en tu familia, en la sociedad? ¿Tiendes a esconder partes de ti misma? Quizá estés acostumbrada a no decir realmente lo que piensas.
A amoldarte a los gustos, deseos o preferencias de los demás… A pasar desapercibida o a esconderte por no discutir, por no tener que justificar tu manera diferente de ser. Quizá hayas aprendido a encerrarte en tu mundo interior por no defraudar, para que aquéllos a quienes amas o admiras no se enfaden contigo, que no te retiren su afecto, que no te humillen o te abandonen… Puede que te hayas sentido relegada eternamente al rol de la mujer comprensiva a quien todo el mundo cuenta sus problemas. A dejar que sean otros quienes tomen siempre la palabra.
¿Cuánto tiempo y energía inviertes en adaptarte a lo que se espera de ti? ¿Qué pasaría si dejases de hacer todo aquello que haces para no ser tú misma? ¿Podrías aceptar tú aquellas partes de ti que piensas que los demás rechazan? ¿Quién crees que permanecería a tu lado si dejases de «gustar» a otras personas? ¿Quién aceptaría todo aquello que crees que no sería aceptado?
Estas y muchas otras preguntas pueden aparecer en terapia individual cuando comienzas a darte cuenta de tus formas de comportamiento habitual. Cuando te dedicas a observar en dónde pones tu energía personal y con quiénes la compartes, se abre un mundo de posibilidades para aprender a vivir y relacionarte desde otro lugar.
Imagina por un momento que un día dejas de querer agradar a los demás. De priorizar sus necesidades, circunstancias, problemas… Que dejas de esconder aquéllas partes de ti misma que no muestras por miedo al qué dirán.
Imagina que un día empiezas a ser tú misma de forma completa, y no sólo mostrando los retazos de ti que los demás valoran, de quien quieren que seas, de lo que te necesitan. Que dejas de adaptarte siempre a todo para encajar.
Imagina que ya no tienes que encajar, porque ocupas el lugar que te corresponde sin necesitar aprobación alguna.
Imagina que un día dejas de imaginar quién serías, para llegar realmente a serlo.
Un abrazo,
Marta
Marta Labrador Pavón
Psicóloga y Facilitadora Grupal. Creadora de Calma Esencial.
