En una sociedad tan preocupada por la apariencia corporal existe sin embargo una gran desconexión personal con sentir el propio cuerpo.
Guiados por los modelos sociales de éxito comercial, son muchas las personas en todo el Planeta que se esfuerzan para conseguir sentirse a gusto con un cuerpo que sigue dichos cánones.
Sin embargo, no tantas personas se sienten felices “tan sólo” por el hecho de tener un cuerpo que les permite vivir, independientemente de su apariencia. Para ello, sería necesario conectar con él, aprender a escuchar lo que nos quiere decir a través de cada parte, y practicar la experiencia de habitarlo sin juicios marcados por determinismos culturales o familiares.
Te invito a una práctica meditativa de conexión corporal.